Un pequeño elefante demostró que los paquidermos tienen un gran corazón cuando sin pensárselo se adentró en un río para ayudar a su cuidador, que pensaba que estaba ahogándose.
Un pequeño elefante demostró que los paquidermos tienen un gran corazón cuando sin pensárselo se adentró en un río para ayudar a su cuidador, que pensaba que estaba ahogándose.