El Beautyblender se ha convertido en una de las herramientas imprescindibles para maquillistas, blogueras, y en general, cualquier amante de la belleza. Con su característico color fucsia y su forma de lágrima, esta esponja revolucionó la escena del maquillaje por su versatilidad y lo fácil que resulta aplicar productos en cualquier textura, consiguiendo un resultado profesional.
Pero nada es perfecto, y su superficie porosa es un imán para las bacterias malas para la piel que proliferan en ambientes húmedos y difícil de limpiar en profundidad. Además, su forma irregular hace que también sea complicado guardarlo a salvo del polvo, la suciedad, el contacto con otros productos y el tiempo. Hasta ahora.
El Blenderelle es un estuche diseñado específicamente para guardar esponjas de maquillaje de forma cónica, aunque no tiene relación oficial con la más famosa marca. Nunca es buena idea llevar tus herramientas en contacto con otros cosméticos, especialmente una esponja húmeda. Probablemente acabe estropeando el interior de tu bolsa de maquillaje y además te arriesgas a que se llene de bacterias y estas se transfieran a tu rostro.
Elaborado con un plástico con tecnología antimicrobiana, el Blenderelle protege tu esponja de las bacterias y cuenta con agujeros que permiten que se seque incluso con el estuche cerrado, algo que nunca vas a conseguir con una bolsa de plástico.
Hecho a la medida de la esponja, es fácil de transportar y viene en dos colores: rosa metalizado y dorado perla, que quedarán bien en tu tocador. Lo mejor es que por solo $14 puedes prolongar la vida de tu Beautyblender.