En la historia de The Wizard of Oz, unos adorables pequeñines ayudan a Dorothy a seguir por el camino de baldosines amarillos para regresar a casa. Aunque cuando las cámaras no estaban filmando la realidad para Judy Garland parece ser que era otra muy diferente.
En una autobiografía póstuma titulada Judy and I: My Life With Judy Garland, Sid Luft, segundo esposo de la actriz, relata cómo los actores enanos de la cinta molestaban a Garland metiendo sus manos por debajo de su vestido, según cuenta People.
“Convirtieron la vida de Judy en miserable… Los hombres tenían 40 años o más”, cuenta Luft en la publicación, quien falleció en 2005.
“Ellos pensaban que podían hacer lo que querían porque eran pequeños”, añade.
Por su parte, Garland aseguró,durante una entrevista en 1967, que “eran unos pequeños borrachos… Se emborrachaban cada noche y los recogían con cazamariposas”.
Jerry Maren, de 97 años, último enano de la película vivo, supuestamente dijo: “¿Cómo te puedes emborrachar con $50 a la semana”, y añadió: “Había dos jóvenes de Alemania, a los que les gustaba beber cerveza. Bebían por la mañana, la tarde y la noche; y se metieron en algún lío. Querían conocer a las chicas, pero eran los únicos”.