Petri nos hemos quedado esta mañana con la revista ‘QMD’. Todo por encontrar en su portada el nuevo aspecto que luce Joaquín Cortés. Si hace unos años taconeaba con un escultural y librado cuerpo, ahora vemos al bailaor de lo más fondón. ¿Cómo ha sucedido para que se produzca este cambio tan radical? ¿Se está agarrando a la nevera y está comiendo como si no hubiera un mañana?
Parece que se está tomando un descanso, porque, tal y como se puede comprobar en la agenda de su web oficia, el artista no tiene ningún bolo a la vista. De hecho, hay que remontarse hasta abril para encontrar el último que hizo, que fue en la localidad rusa de San Petersburgo.
A principios de año también puso a la venta su casa de Madrid: un inmueble compuesto por dos pisos de 240 metros cuadrados cada uno. Por entonces, se supo que pedía un total de 950.000 euros. Aunque se trata de una oferta más que tentadora, lo cierto es que no consigue comprador, ya que las ventanas de la casa siguen cerradas a cal y canto.
No nos atrevemos a asegurar si Corté sigue atravesando un bache económico, unas informaciones que le llevan persiguiendo desde hace años. Ya en 2012, ‘La Otra Crónica’ publicó que el bailaor tenía problemas para afrontar la hipoteca de 952.000 euros, un dinero que pidió para no perder la casa madrileña (la misma que sigue sin venderse), la que posee en su Córdoba natal y otro piso en Madrid. Por aquellos días se informó que todos esos bienes estaban embargados y que debía a su comunidad de vecinos hasta 80.000 euros en concepto de pagos por calefacción, agua, derramas y la cuota de comunidad.
Pese a todos estos problemas y aunque no mantenga ese cuerpo que llegó a enloquecer a Blanca Romero, Goya Toledo y a la mismísima Naomi Campbell, Joaquín no pierde la sonrisa gracias a Mónica Moreno, la actriz y bailarina con la que empezó a a salir en a finales de 2010. Aunque el artista siempre ha intentado preservar su intimidad, ahora no le importa posar con ella en los ‘photocalls’ o subir fotos de los más románticas a las redes sociales. Es más, sabemos gracias a Instagram que ahora mismo se encuentran los dos en las costas gaditanas de Zahara de los Atunes. Seguro que el bailarín se está inflando a pescaíto frito.
